La semana 3 de embarazo es el período en que el óvulo fecundado se implanta en la pared uterina. Descubre de qué forma puedes influir en la salud futura de tu bebé incluso en esta etapa temprana.
Semana 3: tu organismo
Tu fecha probable de parto (FPP) se calcula desde el primer día de tu último periodo. Por lo tanto, la tercera semana de embarazo es, de hecho, el período de la fecundación.
Durante este periodo se produce un aumento de los niveles de progesterona, que ayudan a engrosar y fortalecer el recubrimiento uterino, lo que genera las condiciones adecuadas para que el óvulo fecundado anide.
Semana 3: el desarrollo de tu bebé
En esta etapa, el bebé es una célula fecundada microscópica. La célula se implanta en el recubrimiento del útero en algún momento entre los tres y cinco días después de la fecundación.
Unas células llamadas “trofoblasto” rodean y nutren la célula fecundada a partir de la cual se desarrolla el bebé. Estas células, finalmente, forman la placenta y las membranas embrionarias que rodean al bebé en crecimiento.
Estudios científicos recientes muestran que, si bien tu bebé ya tiene toda su composición genética en este momento, la forma en que esos genes se expresen puede verse influenciada por factores externos. Esto incluye su entorno inmediato y la nutrición que recibe durante el embarazo hasta la primera infancia de modo que tienes en tu mano el poder influir en la salud futura de tu bebé.
Significa que, como mamá, puedes generar un impacto positivo en el desarrollo de tu bebé si tomas una dieta equilibrada y saludable durante el embarazo.
Si existe la posibilidad de que estés embarazada, ahora es el momento de comprobar que estás ingiriendo los nutrientes esenciales y adecuados para mantener un buen estado de salud y que tu bebé pueda comenzar la vida de manera saludable.
Conoce toda la información relacionada con la evolución de tu embarazo semana a semana.
« La leche materna es la mejor opción para tu bebé ya que proporciona múltiples beneficios a los bebés y las madres. Es importante que durante el embarazo y la lactancia, mantengas una dieta sana y equilibrada. Combinar el pecho con otras fórmulas lácteas durante las primeras semanas del bebé puede reducir tu producción de leche materna, haciendo más difícil la vuelta a una alimentación basada únicamente en leche materna. Consulta siempre con tu médico y/o matrona cualquier duda sobre la alimentación de tu bebé. Si utilizas una leche de fórmula, debes seguir las instrucciones del envase para una correcta preparación.»
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