Los bebés que gatean y caminan, con y sin apoyo de los muebles suelen ser muy aventurados. Tomá todas las precauciones a tiempo, para que el bebé juegue y se mueva por la casa sin peligro. Tené en cuenta que la mayoría de los accidentes ocurren dentro del hogar.
El cuidado de tu bebé
Localizá los puntos peligrosos de tu casa. Vale la pena recorrer la casa gateando; vas a ver todo desde su punto de vista. Él se puede hacer daño si toca objetos afilados o calientes, aparatos eléctricos o enchufes. Es aconsejable colocar protección en escaleras, ventanas y balcones.
Evitar el contacto con objetos pequeños con los que pueda asfixiarse, igualmente con las bolsas de plástico. Poner fuera del alcance sustancias toxicas como medicamentos o productos de cosmética y/o limpieza.
Puertas, cerraduras, armarios altos, tapas y/o redes protectoras… Existen muchas formas de transformar tu hogar en un entorno seguro para los niños. Vale la pena hacer el esfuerzo. Y cuando tu hijo esté aprendiendo a caminar, tené mucho cuidado cuando salgan a la calle. ¡Cuando tenga capacidad de movimiento, su agilidad te sorprenderá más de una vez!
El cuidado del niño sólo requiere sentido común, advertir cualquier anomalía en el comportamiento del bebé, y confiar en los servicios y el asesoramiento que tenés a tu disposición. Si visitás a tu pediatra para someterlo a las revisaciones ordinarias, asegurate de que tu bebé siga el programa de vacunación recomendado y consultale a tu pediatra cualquier duda que tengas sobre la salud de tu hijo, no deberías tener ningún problema.
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