A medida que tu hijo crece y aprende a declarar su independencia, suele empezar a perder interés por tomar leche. Aunque hasta ahora la ha tomado sin problemas, una vez que aprende la palabra ¡no! y descubre un montón se sabrosas alternativas, puede que te cueste hacérsela beber.
Sin embargo, tomar unos 500 ml de leche diarios es muy importante para su alimentación. En forma de bebidas lácteas, con cereales, incorporada en los guisos… si te aseguras de que consume esa cantidad recibirá todos los nutrientes que necesita para crecer fuerte y sano.
Trucos para que la siga tomando
Algunos trucos para hacer que los niños tomen toda la leche que necesitan:
- Sorpréndele. Cámbiale la taza o el bol en el que suele tomar la leche. Empezar el día estrenando taza suele funcionar bastante bien.
- Cambia la forma de tomarlo. Si normalmente la toma fría, pónsela caliente y viceversa.
- Inclúyela en sus platos preferidos. Hay un montón de recetas a base de leche que les costará menos tomar.
- Tomadla juntos. La leche caliente antes de dormir es perfecta para relajaros después de un gran día y para que llegue a la ración diaria recomendada para su edad.
Más que leche
Los expertos en nutrición recomiendan utilizar una leche infantil adaptada o de crecimiento a partir del año hasta los tres años y asegurar una ingesta diaria de 500 ml para favorecer el desarrollo de una flora intestinal saludable, así como un aporte equilibrado de nutrientes dentro de una dieta diversificada.
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