Tipos de fatiga y cómo reducir la sensación de cansancio

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Hay diferentes situaciones que nos pueden llevar a una situación de cansancio y fatiga. A veces sentimos que nuestro cuerpo no tiene suficiente fuerza, otras es la mente la que no tiene más energía. Debemos detectar las señales que nos manda el cuerpo para poder disminuir esa sensación de cansancio.

Fatiga emocional

Este tipo de fatiga suele aparecer en momentos de excesivo trabajo, sobre todo cuando este es de tipo intelectual que requiere un esfuerzo mental y concentración. La tensión que se genera es una señal de que tu organismo necesita descansar. ¡Es muy importante escuchar lo que nos dice el cuerpo!

¿Cómo disminuirla?

El cansancio emocional o psicológico suele desaparecer con un poco de descanso, por eso es esencial ser consciente de lo que pasa en nuestro cuerpo y satisfacer sus necesidades.

Ve a dormir temprano y sin estímulos. Igual que el cuerpo, nuestra mente también necesita descansar. Y no nos referimos solo a dormir las horas necesarias. Deja todas las pantallas unos minutos antes de ir a la cama para no acostarte con una sobreestimulación cerebral. Nuestra mente necesita estar relajada al ir a dormir para descansar de una forma más adecuada.

Haz descansos en el trabajo. Muchas veces las obligaciones profesionales nos abordan desde primera hora de la mañana y no nos dejan respirar hasta última hora de la noche. Intenta encontrar pequeños momentos para parar 5 minutos, salir a respirar aire fresco, comer con tiempo…

Si duermes siesta, que sea corta. Si sientes que necesitas tomarte un descanso después de comer y dormir un rato, hazlo sin remordimientos. Eso sí, intenta que no dure más de media hora, ya que puede tener resultados contraproducentes y despertarte más cansado de lo que has ido a dormir.

Disfruta de tu tiempo libre. Es importante organizarse y dedicar el tiempo necesario al trabajo, pero también es muy necesario dedicarse tiempo a uno mismo para hacer actividades que nos permitan desconectar de nuestras obligaciones. Busca una actividad que te haga disfrutar y deja que tu mente se relaje.

Fatiga muscular

El ejercicio es fundamental para llevar un estilo de vida saludable, pero en exceso puede tener efectos dañinos para nuestro cuerpo. La fatiga muscular aparece por el agotamiento de las fibras musculares y se refleja como dolor en las articulaciones, calambres, debilidad o molestias en las piernas.

Esta sensación suele aparecer cuando se somete al cuerpo a un esfuerzo demasiado intenso y a un cansancio excesivo.

¿Cómo disminuirla?

Ante este tipo de síntomas, es necesario parar, tomar un descanso y dejar que el cuerpo se reponga, aunque hay diferentes consejos que pueden echarte una mano.

Una buena hidratación. Es vital beber agua y mantener el cuerpo hidratado durante todo el día. Una buena hidratación regula la temperatura corporal y contribuye al correcto funcionamiento del cuerpo.

Baños de agua fría y caliente. El agua es muy importante, pero no solo a la hora de beberla. Las inmersiones en agua fría y caliente aceleran el proceso de recuperación después de una sesión intensa de entrenamiento.

Cuida tu alimentación. Una dieta nutritiva, equilibrada y rica en frutas y verduras te aportará las vitaminas y los minerales esenciales para tu cuerpo. Antes de entrenar puede consumir alimentos que sean una buena fuente de energía como patatas o avena. En cambio, después de entrenar es mejor optar por otros que ayuden a tu cuerpo a recuperarse como los lácteos, los frutos secos y el plátano.