Antes de empezar:
- La mayoría de los pediatras recomiendan no bañar al recién nacido más de dos veces por semana. En realidad, hasta que no empiezan a gatear no se ensucian tanto. Lo que sí es importante es lavarles las manos con frecuencia y limpiarles con cuidado el área genital siempre que se les cambie el pañal, así como las axilas y otros pliegues en la piel cuando sea necesario.
- También es verdad que el momento del baño no solo tiene que ver con la higiene, es todo un ritual en el que también se juega y se mima al bebé. Por eso, si vas a bañarle todos los días hazte con un jabón especial para bebés, o hazlo solo con agua.
- Mientras no se le haya caído el cordón umbilical es mejor no sumergirle, limpiarle con una esponja suave será suficiente.
- Busca un lugar cómodo para ti y en que puedas controlar al bebé todo el tiempo. Las bañeritas para bebés son perfectas para colocar sobre una mesa, encimera
¿Cómo bañar al bebé?
En lugar de usar la bañera para adultos, lo cual exige que te arrodilles y te inclines en una posición muy poco cómoda, además de proporcionarte menos control sobre el bebé, lo mejor mientras el bebé es aún muy pequeño uses una bañerita para bebés que puedes poner sobre una superficie elevada y resistente, como una mesa fuerte o una encimera de la cocina.
¿Cuál es la mejor manera de bañar a mi bebé?
A continuación te explicamos cómo hacerlo y qué necesitarás para facilitar tu tarea. Con un poco de dedicación y cariño, verás que la hora del baño se transformará en una de las actividades que más disfrutarás con tu bebé.
- Reúne todo los artículos que necesites para el baño.
- Llena la bañera con 5 ó 7 centímetros de agua templada, pero no caliente, a una temperatura aproximada de 32 grados centígrados.
- Trae al bebé a donde lo vayas a bañar y desvístelo por completo.
- Sumerge poco a poco al bebé en el agua, usando una de tus manos para sostener su cuello y cabecita. De vez en cuando, vierte un poco de agua con un vaso o taza de plástico sobre su cuerpo para que no se enfríe. Ten en cuenta que el cuerpecito enjabonado de un bebé es muy resbaladizo, o sea que procura sujetarlo firmemente.
- Usa muy poco jabón (ya que puede resecarle la piel) y lávale el cuerpo de arriba abajo y de delante hacia atrás usando tu propia mano, una esponja muy suave o un pañito húmedo. Luego lávale el cuero cabelludo de la misma forma y usa una bolita de algodón húmedo, u otro pañito, para limpiarle los ojos y la cara. Lávale de forma normal el área genital del bebé, porque no requiere un lavado más a fondo que el resto. Si en las comisuras de los ojos o en la nariz se le ha acumulado algún moquito o alguna secreción reseca, mójalo varias veces con un poco de algodón o un pañito para que se ablande antes de limpiarlo.
- Enjuaga completamente al bebé ayudándote de una esponja o un pañito limpio.
- Envuelve a tu pequeñín en una toalla con capucha y sécalo con suavidad, sin frotarle la piel. Si tiene la piel reseca o tiene un poco de irritación en la zona del pañal, puedes ponerle una loción hidratante para bebés.
El baño del bebé
María Arroyo, doula y experta en temas de maternidad, te da algunos para preparar los primeros baños de tu bebé. ¿A qué temperatura debe estar el agua? ¿Con qué frecuencia hay que lavarlo? ¿Utilizo o no utilizo esponja?…
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