¿Cómo y cuándo introducir la carne en la dieta del bebé?
Después de empezar a diversificar la dieta de tu bebé introduciendo verduras y fruta, ahora quieres ofrecerle carne, una fuente de proteínas. Pero seguro que tienes preguntas como: ¿Con qué carne empezar y en qué cantidad? ¿Debes elegir un tipo concreto de carne (blanca o roja)? Descubre todos nuestros consejos para introducir la carne en la dieta de tu bebé en este artículo.
¿A qué edad se debe introducir la carne en la dieta de un bebé?
Después de permitir que se familiarice con muchas verduras, frutas y cereales (e introducirlos varias veces), la carne, el pescado y los huevos, que son fuentes de proteínas animales, se introducen generalmente a los 6 meses. Sin embargo, si tu bebé ya tiene alguna alergia alimentaria, es importante preguntar a su pediatra a qué edad se deben introducir estos alimentos.

Al igual que con la verdura y la fruta, introduce cada nuevo alimento de forma gradual: una pequeña cantidad de carne (una cucharadita), bien mezclada al principio y cocida hasta el final. Después, la cantidad y la textura irán evolucionando gradualmente en los pequeños platos que le ofrezcas a tu bebé.
Los beneficios de la carne para un bebé en crecimiento
La carne aporta elementos esenciales para el crecimiento de los bebés. Fuente de proteínas de alta calidad, también aporta minerales y vitaminas como hierro, zinc, selenio, fósforo y vitamina B12.
Por tanto, la carne contribuye a aportar nutrientes (hierro, proteínas, vitamina B12, etc.) importantes para el crecimiento de tu peque.
¿Cómo debe ser el consumo de carne en la alimentación de tu bebé?
¿Qué carnes debes ofrecerle a tu peque?
Con tanta variedad de carnes entre las que elegir, probablemente te preguntes por dónde empezar y si determinadas carnes son las más adecuadas para las necesidades de tu peque.
En realidad, antes de los 3 años sólo se deben evitar la caza, los despojos, las carnes reconstituidas, los embutidos y las carnes ahumadas. En cuanto a las demás carnes, no hay una regla particular: ya se trate de carnes blancas (ave, ternera, conejo, cerdo) o rojas (ternera, pato, cordero), todas pueden introducirse en la dieta de su bebé sin ningún orden en particular.
Lo ideal es alternar distintos tipos de carne (pollo, ternera, buey, pavo, cerdo, cordero, pato, etc.), ya que cada uno de ellos aportará distintos beneficios nutricionales a tu hijo.
Aparte del jamón curado, que puedes ofrecer de vez en cuando (sin corteza ni nitritos), evita todas las carnes procesadas (salchichas, etc.), demasiado ricas en sal o aditivos y con formas inadecuadas (riesgo de asfixia por los cilindros o las lonchas).
¿Cuánta carne puedes dar a tu bebé?
Para cubrir las necesidades nutricionales de tu bebé, puedes ofrecerle proteínas procedentes de la carne, el pescado o los huevos una vez al día, normalmente a la hora de la comida, con una variedad de fuentes de proteínas (carne, pescado o huevos).
Por lo tanto, se aconseja dar carne 3 ó 4 veces por semana, pescado 2 veces por semana de media (1 graso a la semana y 1 no graso), y complementar con huevos el/los otro/s día/s. El pescado y los huevos también estarán bien cocidos.
Por supuesto, la ración de carne se adaptará a la edad de tu peque:
- Entre 6 y 12 meses: 10 g / día
- Entre 12 y 24 meses: 20 g / día
- Entre 24 y 36 meses: 30 g / día
¿Cómo preparar y ofrecer carne a tu bebé de forma segura?
Si te preguntas cuándo introducir carne al bebé, lo ideal es hacerlo alrededor de los 6 meses, comenzando por pequeñas cantidades y siempre bien cocida.
Antes de cocinar, es fundamental preparar correctamente la carne: retira los huesos, la piel, las partes grasas y los nervios. Lo más recomendable es usar cortes magros, preferiblemente músculo, que son más fáciles de digerir y más seguros para tu bebé.
Toda la carne que le ofrezcas debe estar completamente cocida, sin que quede poco hecha ni al punto. Esto es clave para evitar riesgos de contaminación, ya que su sistema inmunitario aún se está desarrollando.
Cuando cocines, evita añadir sal o condimentos fuertes. En los primeros meses, lo mejor es una preparación simple, incluso añadiendo un poco de agua a la sartén para evitar que la carne se dore en exceso.
Una de las mejores opciones para empezar es con pollo. Si te preguntas cómo introducir el pollo en la dieta de tu bebé, comienza incorporando pequeñas cantidades (una cucharadita bien triturada) a un puré de verduras. Así, el sabor queda suave y la textura más fácil de aceptar. A medida que tu bebé crezca, podrás ir aumentando tanto la cantidad como la textura ¡Sigue nuestros consejos y cuida la alimentación de tu bebé!
